lunes, 26 de julio de 2010
EL MAGO
Es dueño de lo oculto y de su clave,
maestro en dominar el inconsciente;
sus manos se deslizan velozmente
igual que entre las aguas va la nave.
Su rostro imperturbable, quieto y grave
hace durar al público presente
y su galera negra se hace fuerte
de una paloma blanca de ala suave.
Tras un pase genial de su pañuelo,
salen cien flores llenas de fragancia
y una muchacha llena de sonrisas.
El auditorio sigue con desvelo
al mago, que con gracia y elegancia
se despide sin pausas y sin prisas.
ELIZABET ANDREA SANCASSANI
26/10/09
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